
Mi agradecimiento a AIP Languages, una de las empresas que ha colaborado en el proyecto de Relatos Solidarios, que lleva la asociación de Escritores en Red. Pronto el libro verá la luz. Una vez más, gracias.
La guerra ensucia nuestros nombres,
Cuando las miradas cómplices del odio
Pronuncian la debilidad de nuestro mundo.
Hacía falta escuchar en insólitas tumbas
El débil latido de pistolas que fracasan.
Era necesario inventar sonrisas juveniles
En pozos que, disfrazados de tiovivos,
Dibujaban el amor exhausto de una derrota.
La guerra nos ha convertido en más incrédulos,
Nos ha envuelto en un viento cálido
Que nos zarandea gustoso a su camino,
Mientras la inocencia oculta de los niños
Sobrevive en cuevas de sangre inútil.